Hace no tanto tiempo y cerca de aquí había una vez un bosque en el que vivían unos pitufos que vivían permanentemente enfadados. Y vivían enfadados no porque fueran malos, si no porque el terrible Gargariano y su gaviota de ribera les hacía la vida imposible.
Gargariano era el tipo malo que vivía en el molino que guardaba el bosque y debía velar para que estuviera protegido siempre, pero últimamente se había dedicado a ceder árboles a leñadores amigos a cambio de propinillas, a permitir vertidos en el arroyo que calmaba la sed de todos y a arrancar setas de los pitufos para vender en reuniones de setaware con colegas.
Pero los pitufos un día se hartaron, más y decidieron unirse para conquistar el molino y de una vez por todas gobernar en su bosque. Se calzaron las mochilas, de las que estaban orgullosos, y al grito de "¡Pan, trabajo, techo y dignidad!" se lanzaron a los senderos en busca del apoyo de los animales del bosque. Propagaron a los cuatro vientos que a Papá Pitufo querían poder elegirlo entre todos, que las setas eran para vivir y que pitufinas había muchas pero no renunciaban a ninguna. Muchos se unieron, animales solitarios y animales que vivían en manadas muy antiguas, algunos de manadas más modernas no quisieron unirse porque su objetivo era ocupar el claro del centro del bosque.
El final del cuento aún es incierto, hay que esperar, pero la columna pitufa ya está preparando el asedio al molino.
Aviso
Las entradas de este blog que no fueran relatos han sido movidas a mi otro blog. Fantasmas de Plutón queda entonces sólo como blog para la creación literaria.
viernes, 18 de diciembre de 2015
miércoles, 23 de septiembre de 2015
Local del diablo v2.
Basado en una idea original de Adrián Gómez.
El protagonista se
encuentra tumbado en la carretera mirando al cielo con la camiseta rota. Hay
cristales por el suelo. El plano gira lentamente. Se muestra el cielo con las
nubes pasando muy rápido. La cámara
baja mirando al horizonte y el cuerpo entra en plano de lado, está tumbado
delante de un coche, pero empieza a alejarse por la carretera a ras de suelo
mientras funde a negro a la vez que el protagonista dice lo siguiente:
ÉL (Voz en off)
-
Hay un momento en la vida en el que te das cuenta de que no
estás viviendo. Se supone que haces lo que quieres, crees que eres el puto amo
y en realidad sólo eres una marioneta en manos del tiempo. No quieres creerlo
pero día tras día ves pasar la vida sin llegar a disfrutarla. Ves como los
demás se divierten, trabajan, lloran y se recuperan. Los ves reír, gritar y
amarse. Los ves cuidando unos de otros formando familias felices y echando de
menos a sus seres queridos; te das cuenta entonces que tu vida no tiene sentido
y quieres formar parte de todo lo que ves. Es cuando lo echas todo por la borda
y te enfrentas a todos y a todo por ser como ellos. Y son tus propios hijos, tu
familia, los que pretenden que nada cambie, que sigas igual, y tratan de
impedirlo. Son ellos los que pretenden dejarte en la barrera, apartado. Son los
que se revueltan, se van y te repudian. Son tus hijos pero no te comprenden. Y
entonces no te queda más remedio que irte, irte y vagar, buscar lo que no
tienes y poder ser tú mismo, o ser el panadero, el del videoclub o aquel tío del
bar de la esquina porque seguro que tienen vidas más interesantes que la tuya.
LOCAL
Se ve un
bar viejo en medio de una calle transitada. Hay mucho sol, la imagen está
sobre-saturada, quemada, no se oye nada más que el zumbido de la estática. Él
entra y un guardaespaldas con gafas de sol le sale al paso. Dentro la luz y el
sonido ambiente son normales. Hay varias mesas, todas vacías menos dos. En una
hay un grupo de tipos con aspecto desaliñado jugando a cartas, una chica se
encuentra sentada muy cerca de uno de ellos, de espaldas a la mesa y lo abraza
con un sólo brazo alrededor del cuello mientras le mira con poco interés y besa
distraídamente a su compañero, los demás lo ignoran. En la mesa del fondo está
el DIABLO, de espaldas, parece ojear un periódico, en la barra un camarero sin
afeitar y con camisa hawaiana abierta sobre camiseta imperio mira la televisión
sin hacerle caso y una camarera con minifalda está sentada en un taburete y lo
mira con desdén mientras masca chicle y hace globos.
DIABLO
-
Déjalo pasar. - a ÉL - Tranquilo, no te hará
nada, siéntate aquí conmigo.
Él se acerca, la cámara lo sigue
hasta llegar a la mesa. Cambia el plano, se ve al DIABLO de frente, está
leyendo «La Gaceta de los Negocios» o un periódico similar.
DIABLO
-
No te puedes ni imaginar lo
que cuesta hoy en día manipular el mundo, -sin dejar de leer- Antes bastaba con aparecerte un par de veces, sacrificar una
cabra y ya estaba, ahora todo se reduce al dinero. Mercados, divisas,
inversiones... Bien, que es lo que te trae por estos... -levanta la
vista mientras cierra y dobla el periódico- ¡Tú!
-cara
de sorpresa- ¡Nunca pensé que vendrías
aquí!
ÉL
-
Realmente pareces
sorprendido...
DIABLO
-
Más bien intrigado, no
esperaba tu visita. No alcanzo a ver por qué te has dignado a hacernos una
visita.
ÉL
-
Quiero que me hagas volver.
DIABLO (Sorprendido)
-
¿Tú necesitas mi ayuda? Es
la primera vez que me pides algo así...
ÉL
-
Nunca antes había merecido
ir al infierno. -lo mira divertido-.
Hace un gesto
con la cabeza a la camarera que se acerca a la mesa.
DIABLO
-
¿Puedo ofrecerte algo para
beber? ¿Whisky, bourbon, jerez? ¿Algo más fuerte? Creo que te has aficionado a
los placeres de la bebida...
ÉL
-
Un vaso de agua estará bien
-sonriendo
a la camarera- por hoy ya he castigado
bastante el cuerpo.-se ríe.-
CAMARERA
-
Vaya, tú sí que sabes
divertirte...
DIABLO (Sin gritar
pero con voz amenazante y mirando hacia la camarera pero sin mirarle a la cara)
-
¡No se te ocurra volverle a
hablar así! ¡Y trae la botella de mi reservado!
ÉL (Sonríe a la camarera que lo mira con desdén y se dirige al
DIABLO)
-
¿Y bien? ¿podrías hacerme este favor?
DIABLO
-
Déjame ver si lo he
entendido bien... Después de todo lo pasado quieres que ahora te resucite. Que
sea un buen chico y olvide todas tus humillaciones y te haga el gran favor de
devolverte a esa vida de mono que has elegido para tu vergüenza y nuestra
desgracia.
ÉL
-
Sí, a grandes rasgos eso es
lo que quiero, pero parece que después de tanto tiempo aún no has entendido
nada. No te culpo, está en tu naturaleza ser así.
DIABLO (Desafiante)
-
Si esa es mi naturaleza ¿a
quién crees que deberíamos preguntar para saber por qué soy así?
Aparece la
camarera con dos vasos y una botella de whisky.
DIABLO
-
Si, tal y cómo lo he
entendido ahora te dedicas a los placeres terrenales, esto te sabrá a gloria -Mientras
habla la camarera sirve los vasos y vierte el contenido de la botella en ellos.
Primero al DIABLO y luego a ÉL, mientras
sirve le éste convierte el whisky en agua. Al verlo la camarera se asusta y
derrama el agua sobre Él-.
ÉL
-
¡Eeh!, no te preocupes -divertido- esto se limpia sólo...
DIABLO
-
¡Pero qué haces puta
estúpida! ¡Recoge eso y lárgate ya!
ÉL
-
Tranquilo, no te enfades
con ella. -Sonríe a la camarera mientras la mira- Al fin y al cabo no siempre tiene uno la suerte de
encontrarse con el creador de todo el universo, incluida ella. -Le coge la
mano y se la besa mientras ella lo mira asustada.
El plano
nos muestra la mesa donde se jugaba a cartas en la que todos los jugadores han
parado y miran hacia la otra mesa, el silencio es total. Luego cambia al
camarero mirando sorprendido a la mesa, empezando a retroceder para salir de
detrás de la barra por el extremo opuesto al de la mesa del DIABLO. Otro plano
nos muestra a la camarera que corre a esconderse junto a los guardaespaldas que
se miran sin saber qué hacer. Vuelve a cambiar a la mesa de juego, la chica,
sin dejar de mirarle fijamente intenta agarrarse a su acompañante para
abrazarlo, pero éste se pone de pie arrastrando la silla, otros se han puesto
de pie tirando las sillas y con ademán de salir corriendo.
DIABLO (Gritando y sin apartar la vista de ÉL)
-
¡Que
no se mueva nadie! Volved a sentaros, nunca volveréis a tener la oportunidad de
conocer a vuestro creador y de oír sus razones para abandonar a sus hijos
Luminosos para perseguir un estúpido sueño mortal.
Se sientan todos en silencio mirando a la mesa y empiezan a
jugar de nuevo, nerviosos y mirando de reojo a la mesa del DIABLO y de ÉL. El camarero coge otro vaso y empieza a secarlo mirando a la
mesa.
ÉL
-
Después
de tanto tiempo sigues sin entender... Tratas a diario con ellos y no eres
capaz aún de entender su belleza,... su libertad...
DIABLO (Saboreando y mirando el vaso de agua)
-
Quizá sea porque aquí no
me llega precisamente lo mejor de cada casa.
ÉL
-
Tú
los viste en su creación, cómo cantaban, bailaban, se cuidaban entre ellos...
No abandonaban a sus enfermos, y ¡todo porque querían! No fueron creados para
ello, sino para decidir por ellos mismos si alabar o no, ayudar o no. Si debían
ser generosos o altruistas dependía de ellos.
DIABLO
-
Hasta
que empezaron a matarse entre ellos con quijadas de asno. Empezaron a robar, a
conspirar. -Va subiendo el volumen de la voz y la intensidad- Lujuria, gula, avaricia... Hasta
empezaron a dudar de tu existencia y a blasfemar contra ti. Se creyeron los
reyes de la creación, los elegidos.
ÉL
-
¿Acaso
no lo eran? ¿No lo son? No lo entiendes ahora, ni lo entendiste entonces, por
eso te rebelaste. Fuiste fiel a tu naturaleza y me combatiste. Peleaste con tus
hermanos. -Pareciendo cansado- ¿Por qué sigues sin entender mis
motivos?
DIABLO
-
Porque
tú eres la luz, porque yo soy de luz, porque me creaste para alabarte y
adorarte, porque en mi naturaleza está el servirte y no puedo entender que unos
simples mortales, que son sólo cuerpos con un ínfimo atisbo de alma, casi sin
espíritu, puedan ser más importantes. Porque desequilibraron la existencia
trayendo el mal a los universos.
ÉL
-
Precisamente
ésa es su virtud. Desde el principio de los tiempos hice lo que debía, creé el
cielo y la luz. Os creé a vosotros, no me di opción, y os creé como aquel padre
ingrato que sólo desea la gloria a ojos de sus hijos. Perdóname por crearte tan
perfecto que te creas en la obligación de desafiarme. Pero debes ver la belleza
en la humanidad.
DIABLO
-
¿Belleza?,
¿dónde ves la belleza en esos monos?
ÉL
-
En
que no se limitan sólo a adorarme, crean obras de arte, crean cosas bellas,
cosas útiles y únicas de la nada, quizá en eso sí sean a mi imagen y
semejanza... Pero no sólo es eso, son libres. Eligen lo que hacen en cada
momento. ¿Te imaginas? ¿Poder elegir si adorarme o no? ¿Poder elegir a qué
dedicarte, a quién amar, con quién soñar...? Deciden entre el cielo y el
infierno...
DIABLO (Mirando a la mesa)
-
Yo
soy libre. Y elegí amarte y servirte en tu gloria... -levanta la vista- Igual que luego elegí la revuelta y luchar contra mis
hermanos. Elegí mi perdición porque elegí no hacerte caso.
ÉL
-
Pero
porque siempre fue ésa tu naturaleza. Incluso ahora que me combates me sigues
sirviendo y haces que, por temor a ti, mis fieles no me abandonen. Sigues fiel
a mis inicios. No seas tan duro contigo mismo.
DIABLO
-
No
te equivoques, reino en el Infierno igual que tú lo haces... o lo hacías en el
cielo. Aparto a la gente de tu camino y luego la castigo por ello hasta que
decidas terminar con éste universo. Soy libre, igual que lo has sido tú al
abandonar tu puesto.
ÉL
-
Siempre
actué de acuerdo a los dictados del tiempo, de acuerdo a lo que estaba escrito.
Siempre hice lo que debía, incluso con la llegada del mal, cuando tuve que
desterrarte. Siempre hice lo que debía... y me cansé. Me cansé de ser el bien,
de ser esclavo de mí mismo, de hacer lo que predije que haría cuando me creé.
Decidí ser como mis hijos más preciados, quise ser libre, no un simple títere
en manos de un destino inevitable.
DIABLO (Con tristeza)
-
¿Tanto
me desprecias? ¿Tan poco afecto te merecen tus hijos mayores? Nos creaste, no a
tu imagen y semejanza, sino de tu propia esencia. Nos creaste para alabarte,
cierto, para obedecerte, y lo hicimos con gusto, todos nosotros. Por eso debí
rebelarme, te convertiste en esclavo, no de ti mismo, sino de tu última
creación.
ÉL
-
No,
no soy su esclavo, los creé y vi que podía ser libre, como ellos...
DIABLO (Gritando)
-
¡Sigues
obsesionado por eso que llamas libertad! Pero vives sin ella, debes nacer y
morir continuamente, sufres enfermedades, limitaciones... Frío, calor,
hambre... ¿es eso libertad? ¿El libre albedrío te reporta satisfacciones? Pasas
tus días con desenfreno: alcohol, drogas... ¡Hasta follas como si el mundo se
fuera a acabar mañana...!
ÉL
-
Deberías
entenderlo, tú lo has vivido... Es embriagador... la sensación de... por una
vez no me he sentido encerrado, hastiado de mi propia vida, obligado por mí a
una existencia vacía. Ahora puedo reír, puedo llorar, ¡SIENTO! Hablo con ellos
y ellos no saben quién soy y me tratan como a un igual, como si fuera uno más.
Es... liberador. Puedo disfrutar, vivir mi creación, sentir el calor del sol,
el frío del viento, ver a una mujer bella, entrar en un museo...
DIABLO (Interrumpiendo)
-
Me
hablas de belleza, pero no la cultivas. Vives y mueres como un hereje
profanando tus propias enseñanzas y el legado de los que nacieron y te alabaron
libremente, amándote de corazón. Y ahora quieres que te devuelva a esa vida
disoluta sin sentido y sin objetivo. ¿Para qué? ¿Para mayor vergüenza de tus
hijos? ¿O sólo porque tú, precisamente tú, has caído en las garras de la
depravación de la carne? Me dices que nací para ser como soy, no para ser
libre. Pero te equivocas, puedo elegir y elijo. Elijo reinar en el infierno
antes que servir en el cielo. No si tú sigues sin estar, si tú sigues
desafiándote continuamente y menospreciando a mis hermanos; arcángeles,
ángeles, serafines, querubines... huérfanos de un padre que los repudia para
pasear sus más bajos instintos por el mundo humano, entre seres que abominan de
su herencia divina y olvidan la gloria que deben a su creador.
ÉL
-
Luzbel,
hijo mío, no te miento si te digo que eres mi favorito de entre todos mis
hijos. Tú, más que nadie, debes entender lo que hago. En tu interior sabes
realmente por qué estoy aquí. Sabes por qué debo buscar mi perdición. Porque
tienes razón, viviendo continuamente lo que busco es la eterna destrucción porque
sin ella no habría renacimiento. Sabes que sin el mal no existiría el bien.
Sabes que te necesito para ser quien soy. Sabes que reinas en el infierno
porque es tu cometido, porque su mera existencia impulsa la piedad, la
generosidad y la solidaridad de los hombres. Hijo mío, no esperes mi perdón,
porque ninguno de tus hechos merece mi condena. Reinando en el infierno sirves
al cielo, igual que Judas fue mi más fiel servidor al propiciar la muerte de mi
primera forma mortal. Créeme si te digo que este es un momento crucial, para ti
y para mí. Luzbel llévame de vuelta sólo porque te lo pido.
DIABLO (Bajando la vista)
-
Vete
de aquí, lárgate. Sigue destruyéndote, a ti mismo y a los que te rodean. No me
importa. Has tenido tu oportunidad, la próxima vez vendrás para quedarte.
ÉL
-
Gracias
hijo, nos veremos pronto, mucho antes de lo que esperas.
ÉL se levanta y se dirige a la puerta. Todos lo siguen con la
mirada, los de la mesa de juego de reojo, el camarero con miedo evidente,
intentando separarse todo lo que le permite la estrechez de la barra. El
guardaespaldas le abre la puerta con evidente nerviosismo. ÉL le dedica una
sonrisa y sale sin despedirse. Del
exterior entra una luz cegadora. El DIABLO ni siquiera se gira. Se queda
un momento pensativo y lentamente y de forma distraída abre de nuevo el
periódico, a su lado se acerca la camarera.
CAMARERA
-
Se
ha ido. ¿Por qué lo has hecho? Te podrías haber negado y haberte quedado su
alma para hacerlo entrar en razón.
DIABLO (Se queda un momento pensativo, contesta con la mirada
perdida)
-
Porque
en el fondo tiene razón. Lo único que he hecho siempre ha sido cumplir su
voluntad.
Tras un momento vuelve al periódico. Para de leer, da un
suspiro y recupera la pose de superioridad y sigue leyendo. A su alrededor todo
parece ir normalizándose.
Epílogo
ÉL (Voz en off mientras se le ve desde detrás andando por una
carretera desierta en medio de la nada con un sol de justicia y el sonido de
las cigarras a lo lejos)
-
¿Conoces esa sensación? La de estar desperdiciando el tiempo.
¿De no aprovechar ése regalo que es la vida? Todo te duele, todo te aprieta y
te sientes oprimido. Y entonces te das cuenta y lo ves claro, sabes que debes
dejarlo todo. Y te vas, desapareces y tus hijos te odian y no entienden por qué
los abandonas. Pero tú lo sabes. Sabes que si siguieras con ellos nunca crecerían,
nunca serían libres para tomar sus decisiones y nunca reconocerían y
disfrutarían realmente de la libertad. Entonces aprovechas y te dedicas a ti
mismo, a darte esa vida que no has tenido y que deseas por encima de todo. No
es cuestión de divertirte en una fiesta; es cuestión de vivir la Gran Fiesta,
de vivir la vida. Pero claro, lo haces por ellos.
La cámara que le había
seguido ahora lo rodea y él se para, él mira a la cámara, sonríe y sigue
andando, la cámara no se mueve y funde a negro. Mientras hablaba había empezado
a sonar “Simpathy por the devil” de los Rolling Stones, el fundido a negro
coincide con el principio del estribillo: “Pleased to meet you...”
lunes, 14 de septiembre de 2015
Local del diablo v1.
Basado en una idea original de Adrián Gómez.
(Él se
encuentra tumbado en la carretera mirando al cielo con la camiseta rota. Hay
cristales por el suelo. El plano nos muestra un accidente. Se ve el cielo con
las nubes pasando muy rápido mientras el protagonista dice lo siguiente en voz
en off)
ÉL
¿Conoces esa sensación? ¿La de haber
desperdiciado tu vida y demasiado tarde haberte dado cuenta de su valor? Nunca
he sido religioso. Tampoco me he planteado qué hay más allá. Siempre pensé que
habría tiempo de todo. Pero hoy estás aquí y mañana... ese Dios al que nunca te
has preocupado por conocer quizá lo sepa. Es entonces cuando te das cuenta de
que deseas vivir, quieres vivir con todas tus fuerzas y entonces, sólo
entonces, te das cuenta de que ya no te quedan fuerzas para vivir. Lo único que
sé en este momento, es que la vida no regala segundas oportunidades, al menos,
sin pedir nada a cambio… (Fundido en
negro)
LOCAL
(Se acerca hacia la puerta del local. A cada
lado de ella hay dos guardas trajeados y con gafas de sol que no se mueven
cuando abre la puerta. Él pasa dentro. Un guardia le cierra el paso, le indica
que espere. Observa el local. Ve al camarero mirándole fijamente, con
sorna, y limpiando un vaso mientras
sonrie. Hay un chico sentado en una silla mientras una chica se le acerca y le
muerde el cuello; un grupo de personas sentadas alrededor de una mesa con
chupitos de vodka negro juegan a cartas desapasionadamente y sin reparar en él.
En una mesa, al fondo hay un hombre hablando con otro. El primer hombre parece
estar pidiendo algo, parece nervioso. El segundo hombre va vestido impecablemente
con un traje negro. Está escuchando sin demasiado interés a lo que dice el
primero, de vez en cuando lo mira, de reojo sin prestar atención a lo que el otro
dice. Al final asiente y con un gesto de la mano indica a un guarda que se
lleve al hombre que le tiende la mano y se queda con ella en el aire. Acompañan
al hombre a la puerta, cuando pasa cerca de él lo mira a los ojos, tiene una
mirada nerviosa, del que cree que ha ganado pero no sabe por cuanto tiempo)
DIABLO
- No le prestes atención por favor. Hay gente
que se empeña en seguir pidiendo hasta que ya no puede dar nada a cambio.
ÉL
- No entiendo...
DIABLO
- No tiene importancia. ¿Sabes?, me han
hablado mucho de ti.
ÉL
- Lamento no poder decir lo mismo… No sé
dónde estoy o, no se ofenda, ni quien es usted... ¡Casi no recuerdo quien soy
yo!
DIABLO
- Pero por favor ¡siéntate! ¿Donde están mis
modales? ¿Quieres tomar algo?
ÉL
- Creo que no, gracias.
DIABLO
- ¡Vamos! No seas así. ¿Qué quieres? ¿Whisky,
Ron, Cerveza…? No me insultes pidiendo un vaso de agua. (Rie, es una risa
profunda, corta).
(Él sonríe nervioso.)
ÉL
- No es...
DIABLO
- Insisto,
por favor.
(El DIABLO hace un chasquido con los dedos)
(Primer Plano del Chasquido.)
DIABLO
- ¿Sabes? me recuerdas mucho a tu amigo, el
que se acaba de ir, ¿no le recuerdas?
ÉL
- Para serle sincero ni siquiera logro
recordar por que estoy aquí.
DIABLO
- Jajajaja (ahora la risa en más abierta y
alta), a él le ocurrió algo parecido la primera vez que vino a verme,
aunque... no tardó en recordar perfectamente, qué era lo que quería, y a cambio
de qué lo quería... Pero supongo que no
le bastó, y volvió. ¿Por que no? ¿Verdad? Si la primera vez salió bien ¿Por qué
no repetir? Después de todo, el ser humano tiende a obsesionarse. ¿No es así?
ÉL
- Supongo que sí…
(De repente aparece una chica con una bandeja. Le da una
cerveza al protagonista. Se da
cuenta de que la marca de la cerveza es Satán.)
DIABLO
- Mi marca de cerveza favorita. ¿A ti te
gusta?
(La chica con la bandeja pone un vaso de Whisky
con hielo delante del DIABLO.)
DIABLO
(Girando la cabeza hacia la chica)
- Gracias, preciosa. Puedes irte. (Se vuelve otra vez hacia él) Una buena chica. ¿Sabes? Era una de mis
mejores clientes y ahora trabaja para mí. En cierto modo la estoy protegiendo, (baja
el tono de voz, como haciendo una confidencia) si no fuera por mí todos los
que están aquí se la estarían follando, sin parar, toda la eternidad, y no
delicadamente, ya me entiendes… Ni siquiera una viciosa como ella aguantaría.
Pero, como todos, al final no tendrá nada con lo que pagar y ya sólo le quedará
la eternidad... Bueno te gusta ¿o no?
ÉL
- Por supuesto… Parece una modelo.
DIABLO
(Cambiando la cara a enfadado)
- Me refería a la cerveza…
ÉL
- Eeeh… Sí, claro… Me encanta. Esta muy fría.
Como me gusta…
DIABLO
- Ya. Lo sé. Sé bastantes cosas sobre ti
aunque no lo parezca. Pero no sé por qué me da, que tú no sabes mucho sobre mí.
¿Me equivoco?
ÉL
- Un momento. (Interrumpe él.)
(El DIABLO
le mira con una sonrisa.)
- Creo que ya se por que he venido aquí.
(Todas las personas del bar se giran de repente
y le miran fijamente.)
ÉL
- He venido a pedirle algo.
(Todas las personas del bar dejan de mirarle
fijamente y el DIABLO amplía su sonrisa. Todos vuelven a lo suyo)
DIABLO
- Claro, es evidente, todos venís aquí a
hacer lo mismo, todos queréis algo que no tenéis o si lo poseéis sencillamente
queréis más. Pero no os culpo, yo mismo tuve todo lo que puedas imaginar y lo
cambie por intentar conseguir un poco más... Dime, ¿qué quieres?
ÉL
- Quiero volver.
DIABLO
- Mmmmmh, eso no es difícil, pero es caro...
Te propongo otra solución. Te quedas aquí, aprendes el oficio y vuelves sin
cuerpo pero con alma, o con cuerpo pero sin alma, ya veríamos. ¿Qué te parece?
ÉL
- Lo siento, quiero volver. Luego ya tendrá
mi alma...
DIABLO
- ¿Luego?, ¿luego dices? (empieza a gritar
airado) ¡ya tengo tu alma! ¡Sólo por haber venido tu alma ya está
condenada! Sólo nos queda acordar las condiciones del resto de la eternidad. (El
DIABLO se echa hacia atrás y se apoya en la silla. Extiende las manos sobre la
mesa) Vale, eres nuevo y no sabes cómo va esto. (Se mesa la barba)
Como te he dicho resucitar a un mono es fácil pero caro. Por el mismo precio te
puedo dar mucho más, una vez te hago volver puedo hacerlo como la persona que
siempre quisiste... (Baja el tono de voz) Pero te ofrezco mucho más, te
ofrezco subir un peldaño en la evolución. Dejar de ser un simple mortal muerto
y entrar en mi corte. Servirme y ser cada vez más poderoso...
ÉL
- No, mira, lo siento... Pero es que no
quiero nada más que volver... Lo siento, de verdad, no me interesa...
DIABLO
- ¡¡¿Cómo que no?!! (Grita) ¡Te hago
la mejor oferta de tu miserable vida y me desprecias! ¿Sabes cuantos me han
rechazado? ¡NADIE! ¿Sabes cuantos me han suplicado lo que te ofrezco?
ÉL
- Estoy seguro de que es muy tentador pero yo
sólo...
DIABLO
- Tú sólo qué, no quieres nada, no tienes
deseos, no quieres dinero, no quieres poder, ¿¿¿no quieres follar???
ÉL
- Sí claro, pero ahora... yo necesito... es
que...
DIABLO
(Aparece a su lado)
- ¡DIME QUÉ COÑO QUIERES! (Tiene la cara pegada
a la oreja del ÉL)
ÉL
- ¡NO QUIERO SER UN PUTO DEMONIO!
(El DIABLO vuelve a estar en su sitio,
visiblemente más relajado)
ÉL
(Con un hilo de voz)
- Al
menos por ahora.
DIABLO
(Más comprensivo)
-
Dime qué quieres hijo.
ÉL
-
Tengo algo que acabar, no recuerdo qué, pero siento que debo volver, sólo eso,
volver. No quiero nada más...
DIABLO
- Y
piensas darme tu alma a cambio, ¿no?
ÉL
(Muestra
tensión, indecisión)
- No.
DIABLO
(Mostrando hastío)
- Hasta ahora me parecías gracioso,
pero si crees que aquí hay algo gratis, me parece que mereces más que nadie
quedarte aquí...
ÉL
(Con timidez, sin levantar la
vista)
- Mi alma no. Te daré la vida de
otro. (Levanta la vista, el DIABLO lo mira genuinamente interesado) Te daré la vida de mi amigo
DIABLO
- JAJAJAJA (Es la primera risa
franca que tiene, parece genuinamente divertido. Se relaja y cambia la cara
hacia la pura maldad) ¿Sabes qué es lo que le pasa a los que me quieren
tomar el pelo? Tú no puedes darme la vida de tu amigo, ni siquiera le pertenece
ya a él...
ÉL
- Es mia desde hace tiempo...
Teníamos quince años, me pidió un condón una noche, quería tirarse a una
veranente que había conocido. Le dí el que llevaba... me dijo que me debía la
vida... desde entonces siempre le he tenido que hacer favores, prestarle
dinero, cosas... Nunca me las ha devuelto, ni me lo ha agradecido... Siempre me
dice que me debe la vida... Hoy mismo lo llevaba a una fiesta a la que no me
han invitado porque se quiere follar a una rubia de su trabajo y tenía que
servirle yo de excusa para su mujer... estoy harto. He muerto por su puta
polla, y ahora me lo quiero cobrar...
DIABLO
(Sinceramente interesado y
divertido. Sonrie)
- Resentimiento, uno de mis
favoritos, la venganza es inherente a tu especie. Y la lascivia de tu amigo es
legendaria... ni te imaginas la de coños que le he dado... Y resulta que no
tenía con qué pagar... Jajajaja (Le mira) Tienes huevos. Y eres listo.
De acuerdo, tu vida por la de tu amigo... Sellemos el acuerdo. (Le tiende la
mano que él estrecha) Supongo que nos volveremos a ver... tarde o temprano.
(Hace un ademán y aparece un guardia al lado de él que se levanta y se
dirige a la puerta. A mitad de camino el DIABLO le habla y se para)
DIABLO
- No te has bebido la cerveza
ÉL
- No tenia sed. (Sigue andando
y deja al DIABLO que abre un periódico mientras aún se ríe.)
FINAL
(Se
oye de fondo pitidos del controlador cardiaco.)
ATS1
- Creo que responde.
ATS2
- ¡No! ¡Vuelve a caer!
ATS1
- Apartaos ¡Descarga! Vuelve a latir,
deprisa, preparad la camilla.
Él
se despierta de un golpe con un suspiro fuerte. Sigue tumbado en el suelo. Gira
la cabeza lentamente. Ve a su ammigo tumbado en el suelo. Un ATS lo tapa con
una manta y se lo llevan. El Protagonista vuelve a mirar hacia arriba)
ÉL
(Voz en off)
- ¿Conoces esa sensación? La de haber
desperdiciado tu vida y demasiado tarde haberte dado cuenta de su valor. Haber
perdido el tiempo intentando agradar, sirviendo a los demás... siendo un buen
hijo, amigo, compañero, esposo... Hasta hora nunca me había fijado en los
pequeños detalles. En esos momentos que nos hacen felices, que nos hacen ser
quien somos. ¿No es lógico que deseemos un poco más? ¿No es humano que pongamos
precio a nuestra vida? Creo que ha llegado la hora de cambiar algunas cosas. De
todos modos lo único que aún es seguro, es que la vida no regala segundas
oportunidades... Al menos... Sin pedir nada a cambio.
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